miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA ILUMINACION EFICIENTE (II)


2. El uso de la instalación:

La distribución de la luz puede tener 2 finalidades bien diferenciadas: dirigir la luz de forma eficiente o una finalidad decorativa para crear una determinada escena o resaltar ciertos elementos.

Una iluminación adecuada y eficiente cumplirá con ambas finalidades.

Es por ello que en función de las necesidades del local o estancia tengamos que  utilizar unos y otros tipos de luminarias pudiéndose mezclar para obtener así una adecuada y eficiente iluminación.

El aprovechamiento de la luz natural ayuda a la creación de un ambiente más agradable y a un ahorro en el consumo energético. Con un buen diseño del uso de las fuentes de luz podemos reducir el uso de la luz artificial.

Los sensores de luz regulan de forma automática el aporte de luz artificial en una estancia. Bien apagando o encendiendo la luz artificial cuando se alcancen unos valores que habremos establecidos de nivel de luz natural o bien haciendo que el aporte de luz artificial se haga de forma progresiva a medida que el aporte de luz natural varía.
Estos sistemas permiten un ahorro de hasta un 60%.

Los sistemas de regulación de la luz permiten encendidos, apagados y regulación de la luz según unos calendarios, horarios o escenas preestablecidas. El ahorro energético que conseguimos con este tipo de sistemas puede llegar a un 70%.

3. Mantenimiento de la instalación:

Con el paso del tiempo la eficiencia energética de la iluminación y el flujo luminoso de las lámparas se reduce considerablemente. La suciedad acumulada también afecta a este hecho.
Un mantenimiento de las instalaciones permite alcanzar ahorros de hasta el 50%
 
Siempre se debe contratar el mantenimiento de las instalaciones con una empresa Instaladora y Mantenedora Autorizada y las funciones consistirán en:
-limpieza de las luminarias

-cambio y reposición de las lámparas que han llegado a su fin de la vida útil. Respetando siempre las indicaciones del fabricante, aunque no se hayan estropeado, si la vida útil ha llegado a término su eficacia y su flujo luminoso no será el adecuado.
En entornos de oficina y comerciales es aconsejable la reposición de las lámparas por grupos para asegurar un flujo lumínico adecuado.

-Comprobación del funcionamiento de todos los componentes de la luminaria y de los sistemas de iluminación.

lunes, 18 de noviembre de 2013

LA ILUMINACIÓN EFICIENTE (I)

Un sistema de alumbrado energéticamente eficiente permite obtener una importante reducción del consumo, sin necesidad de disminuir sus prestaciones de calidad, confort y nivel de iluminación.

En la eficiencia de la iluminación influyen:
 
* Elección de los componentes: eficiencia energética de los componentes como lámparas, luminarias y equipos auxiliares.

* El uso de la instalación: régimen de utilización, horarios, utilización de sistemas de regulación y control, aprovechamiento de la luz natural.

* Mantenimiento de la instalación: limpieza y reposición de lámparas.

Todos y cada uno de estos factores determinan la eficiencia energética de una instalación y todos ellos son igual de importantes.

1. Elección de los Componentes:

Las fuentes de luz han de regirse además de por sus características luminotécnicas por su eficacia luminosa. Mientras que la incandescencia presenta una buena reproducción cromática, la eficacia luminosa es muy baja.
En la fluorescencia la temperatura de color puede variar, esto viene indicado en la descripción de la lámpara, sin embargo la eficacia luminosa es mucho más favorable.
Con la tecnología LED  la temperatura del color varía también pudiendo elegir de más a menos cálida, sin embargo la eficiencia luminosa es muy superior.



El equipo auxiliar influye de forma determinante en la eficiencia energética del conjunto. Los balastos electrónicos ofrecen numerosas ventajas con respecto a los electromagnéticos:
-el consumo de energía se reduce en un 25%
-mayor duración y eficacia de la lámpara
-encendido instantáneo y sin fallos
-luz más agradable sin parpadeos, que mejoran la confortabilidad visual
-permite la conexión a sensores de luz para poder ajustar la intensidad y nivel de luz necesario en cada situación




 



jueves, 7 de noviembre de 2013

Buenas Prácticas para una Iluminación Eficiente

Existen una serie de buenas prácticas que hacen que se consiga una iluminación eficiente a la vez que se ahorra energía.

1. Aproveche al máximo la iluminación natural. Existen sistemas que permiten subir o bajar las persianas en función de la luz que entre del exterior.

2. Colores claros en paredes y techos permitan aprovechar al máximo la luz natural y reducir el nivel de iluminación artificial.

3. No dejar luces encendidas en estancias que no se estén utilizando. Es aconsejable la instalación de detectores de presencia en baños, pasillos, cocina, parkings, de modo que aunque no se apague la luz ésta se apagará si el detector de presencia no capta a nadie.

4. La limpieza periódica de lámparas y luminarias hace aumentar la luminosidad sin aumentar la potencia.

5.Es necesario sustituir las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo o leds, empiece por las estancias que permanecen encendidas más tiempo.

6. Adapte la iluminación a sus necesidades, dando preferencia a la iluminación más localizada y haciendo los ambientes más confortables.

7.Coloque reguladores de intensidad luminosa, la diferencia entre una intensidad luminosa del 80 %  y del 100% no es apreciable por el ojo humano y sin embargo alarga la vida útil del aparato en muchas horas.

En Iluminación & Formas le podemos ayudar a diseñar una instalación eficiente de su iluminación.















  

martes, 5 de noviembre de 2013

Convertir una casa en domótica cuesta entre 1.500 y 3.000 euros y se amortiza en 4 años

Con las instalaciones necesarias para convertir una casa en inteligente se puede llegar a ahorrar  el 25% de la energía como mínimo, cantidad que podría llegar al 50% si además se instalan sistemas de energía geotérmica o solar.

En una vivienda domótica con una simple orden por voz se pueden encender/apagar las luces. Se puede activar, subir, bajar o desactivar la calefacción, las persianas, etc....

Todo el hogar estará equipado con fibra óptica, que permite recibir señal de televisión en alta definición (e incluso en 3D en el futuro), banda ancha de Internet y el resto de redes IP en que se integran los diferentes sistemas, que ni siquiera deben ser del mismo fabricante para poder integrarse.

Esta tecnología permite instalar modernos sistemas de seguridad como detectores de movimiento, alarmas antiincendios o de hurto, e incluso sistemas de pánico para que los mayores puedan encender la luz o avisar a emergencias con un comando de voz. La cocina cuenta también con un sistema que detecta humo, fugas de gas o pérdidas de agua, que es incluso capaz de detener en el momento.

Y todo eso es posible gestionarlo desde el teléfono móvil, de forma on-line o desde la llamada 'pasarela residencial', que ofrece información sobre el estado de los diferentes dispositivos e integra todos los comandos de control. Además, se pueden instalar diferentes pantallas con esta funcionalidad por toda la casa, e incluso se pueden accionar por voz.
 
Póngase en contacto con nosotros si está interesado.
 
Fuente: 20minutos




lunes, 4 de noviembre de 2013

La importancia de los equipos auxiliares.

La mayor parte de fuentes de luz necesitan un equipo auxiliar para iniciar su funcionamiento o para evitar crecimiento continuos de intensidad. En algunas lámparas la tensión requerida para su funcionamiento es diferente a la que ofrece la red eléctrica por lo que requieren también equipos auxiliares.
Los equipos auxiliares determinan en gran medida las prestaciones de servicio de la lámpara, en lo que a calidad y a economía en la producción de luz se refiere. Estos equipos tienen su propio consumo eléctrico que ha de ser tenido en cuenta al evaluar el sistema de iluminación en su conjunto.
Los equipos auxiliares más comunes son los balastos, arrancadores o cebadores, y condensadores, así como, transformadores para las lámparas halógenas de baja tensión. En caso de trabajar con equipo electrónico los tres componentes necesarios para el adecuado funcionamiento de la lámpara (equipo, cebador y condensador) se incorporan en un solo elemento.

El balasto es el componente que estabiliza el consumo de corriente de la lámpara a sus parámetros óptimos.

El arrancador o cebador es el que proporciona, en el momento del encendido, la tensión requerida para la lámpara.
Desde el punto de vista de la eficiencia energética los arrancadores suponen una pérdida entre el 0,8-1,5 % de la potencia de la lámpara.

El condensador es el componente que corrige el factor de potencia (cosϕ) a los valores definidos en normas y reglamentos en vigor.
El resultado final es una reducción de la potencia reactiva consumida que se traduce en un menor gasto energético y, por lo tanto, en una mayor eficiencia energética de la instalación. 
Las pérdidas en los condensadores suponen entre el 0,5-1 % de la potencia de la lámpara.